Ya lo decía Sigmund Freud y es una realidad

que veo en mi día a día…

Las emociones que nos tragamos se enquistan,

y hacen bola.

Vamos cargando con ellas y llega un momento

que nos pesan tanto, que nos bloquean.

(Si quieres añadir info. complementaria

te recomiendo echarle un vistazo al post

que publiqué “la gota que colma” ).

Toca trabajar la gestión emocional + resolución de conflictos

para este tipo de situaciones.

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